El estreñimiento se caracteriza por la expulsión poco frecuente, dificultosa o escasa de heces.
¿Cómo podemos mejorarlo?
- Dieta equilibrada rica en fibra. Debe añadirse a la dieta gradualmente, con incrementos de 5 a 10g para permitir que la función gastrointestinal y la flora bacteriana se adapten.
- Ingesta suficiente de líquidos. 8 a 10 vasos al día de agua. Beber entre horas para que la fibra actúe y no resulte dañina.
- Rehabilitación del reflejo de defecación, acudiendo al WC en horas fijas, que rememoren el horario usual en épocas con normal funcionamiento del intestino.
- Práctica de ejercicio físico.
- Gimnasia abdominal.
ALGUNOS CONSEJOS :
- En ayunas, tomar un vaso de agua fría donde han estado en remojo seis ciruelas pasas, o zumo de naranja, o café solo con agua templada y un kiwi.
- Al acostarse : zumo de naranja sin colar con dos o tres ciruelas pasas ablandadas en el zumo.
- Incluir diariamente en la dieta hortalizas, productos integrales y otros alimentos ricos en fibra soluble (legumbres, avena, germen de trigo y frutas).
- Tomar las verduras y hortalizas crudas siempre que se pueda, bien troceadas o preparadas al dente.
- No colar los purés de verduras, legumbres y frutas para no reducir su consumo en fibra.
- Consumir las legumbres enteras o en puré, hasta dos raciones por semana. Al principio es conveniente probar tolerancia.
- Preferir fruta fresca sin pelar (2-3 raciones al día).
- Desayunar : cereales integrales, muesli, yogures, ciruelas secas u otras frutas secas de acción laxante, zumos integrales, zumo de naranja, etc.
- No tomar alcohol. Está permitido un vasito de vino en la comida.
- Tomar suplementos dietéticos ricos en fibra, como salvado de trigo, de avena, germen de trigo u otros.
CONTRAINDICACIONES PARA UNA DIETA RICA EN FIBRA :
Inflamación, estenosis o estrechamiento de la luz intestinal.